viernes, 11 de agosto de 2017

Visiones del mundo: el mapamundi, según cada cultura

La visión que tenemos del mundo está sin duda marcada por el tipo de mapamundi que las instituciones de nuestros países nos hayan impuesto desde nuestra educación.  Es sabido que la tierra, es un planeta, situado en una galaxia, en el espacio, por consiguiente, realmente no se dispone ni de Norte, ni de Sur, ni de Este, ni de Oeste.
Las dimensiones de representacion, son invenciones humanas para dar explicación del sitio donde vivimos, son referencias de ubicación para viajeros y navegantes, pero no necesariamente son representacion fiel de la realidad, ni en tamaño, ni en distancias, sino implicaciones culturales geopolíticas propias del funcionamiento mundial; hasta la actualidad se utiliza el mapa Mercator, el cual data de 1569 y fue inventado en pos de una mejor navegabilidad; hoy día es base del mismo Google Maps.

Por ejemplo, el mapa del mundo de la República Popular de China centra el mundo, obviamente, en el Oceáno Pacífico, en China, el mapa es "Chino-Céntrico", es decir, China se ubica al centro del mundo, una traducción tradicional de la palabra "China" a nuestro idioma español, seria, "País Central" o "Rey del Centro", por ello para esta cultura es tan importante utilizar esta representación. En cuanto al eje norte-sur, el Ecuador está de manera precisa situado en el centro. Por otro lado, esta proyección acentúa la curvatura de los extremos, de manera similar a la proyección Mollweide, lo que enfatiza lo lejanos que aparecen, a ojos de los chinos, Europa occidental y Estados Unidos.


Mapa del Mundo chino utilizado por su gobierno. Fuente.

En los estados unidos, el tipo de mapa que se usaba desde 1892 para dar catedra geográfica era el Rand-McNally (marca líder del país). No sorprende tampoco, que la visión estadounidense del mundo estuviera centrada sobre Estados Unidos en el eje este-oeste, mientras que Eurasia quedaba dividida en dos. La antigua Unión Soviética con sus once zonas horarias no era fácil de percibir para los americanos.

Consciente de esta limitación, Rand-McNally intentó compensar. Para ello duplicó la parte central de Asia e hizo lo propio con India y en lo que se refiere a las diferencias Norte-Sur, el uso de la proyección Mercator, inventada en 1569 por Gerhard Kremer,, llevó a una infra representación de las zonas más cercanas al Ecuador.
Esta relegación del centro se pone de manifiesto al comparar la representación de Groenlandia, más grande que Sudamérica. En la realidad, el Sur de América (17.891.900 km2) es 8 veces más grande que Groenlandia (2.166.086 km2).
Representación del mundo utilizada en las escuelas de EEUU a lo largo del siglo XX. Fuente.

Los mapas europeos occidentales han tendido a representar el mundo en su eje este-oeste centrado sobre Europa Occidental, más precisamente sobre el meridiano de Greenwich, que por convención parece ser el centro del mundo. Este mapa aumenta exageradamente las dimensiones de las áreas más alejadas del Ecuador, de manera que, por ejemplo, Groenlandia, al igual que ocurre en el mapa estadounidense, parece tener dimensiones no muy lejanas a las de Sudamérica. Por otro lado, la basta extensión del pacífico es difícil de visualizar al estar dividida en dos.

Tradicional visión europea del mundo. Fuente.
En cuanto a la división norte-sur, tal y como puede observarse, el Ecuador no está en la mitad del mapa, lo que privilegia la representación del norte sobre la del sur. Por otro lado, los polos, directamente desaparecen. Sin duda, la visión del mundo eurocéntrica es la que ha dominado la representación del planeta a través de los siglos.

En la visión rusa del mundo y la proyección dominante en el país, se tiende a situar a Moscú en el centro del mapa y a la masa eurioasiática ocupando más de la mitad de este, de manera que el continente americano aparece más estirado y estrecho de la cuenta.

Visión rusa del mundo. Fuente.

El mapa de Australia del mundo es el más conocido de los que exploran la perspectiva de abajo a arriba. Desde un punto de vista astronómico, el polo sur bien podría ser el norte, y viceversa. La principal razón por la que la perspectiva elegida como representación generalizada del mundo es la que conocemos fue la elegida por Ptolomeo, el primero en hacer la representación norte-sur preponderante hasta nuestros días. Y Ptolomeo no era precisamente aborigen.
Mapa del mundo ‘Upside-Down’ australiano. Fuente.

En Australia, los mapas “The World Upside Down” (que aunque ponen el mundo al revés mantienen la proyección de Mercator) son todo un éxito, pero en otras partes del llamado cono sur también se pueden encontrar ejemplos, como por ejemplo en Chile. Allí, un senador y geográfo, Carlos Cantero, diseñó recientemente, a petición del Instituto Geográfico Militar, otro mapa con perspectiva contraria a la generalizada, que situaba a su vez a Chile en el medio del mundo. Según el parlamentario, “la idea que acompaña este nuevo concepto es la de fijar un criterio de Chile como plataforma comercial en la cuenca del Pacífico y educar y capacitar a la ciudadanía en esa línea”.
“Fijamos un criterio en que el sur es nuestro norte y cambiamos el estándar de que Chile debería estar abajo en el globo terráqueo. Hay muchos países que no usan ese estándar y por eso diseñé esto en que todo el espacio territorial de Chile queda en el centro del mapa”, explicó. La idea es llevar ese mapa a las escuelas.
Mapa del mundo de Chile diseñado por el senador Carlos Cantero. Fuente.

En la vecina Argentina, en 2010, también decidieron cambiar el mapa que se enseñaba en las escuelas. El cambio afectó al mapa del país, que daba un mayor protagonismo a la Antártida, como al mapamundi que se enseña en los colegios. La norma provocó encendidas discusiones en los círculos académicos y algunas voces calificadas, según recoge La Nación incluso criticaron el espíritu “nacionalista” y “retrógrado” de la medida.

Los mapas de Argentina en su versión clásica y “moderna”. Fuente.




Como puede observarse, detrás de la elección de una mirada para el mapamundi siempre hay connotaciones políticas. La elección de una perspectiva u otra marca la visión del mundo que sucesivas generaciones, nacidas y educadas en un determinado territorio, tienen del planeta. Una cuestión decisiva, que nace a partir de los mapas. 

Personalmente me quedo con la proyección del Estadounidense Fuller, mas conocido como Mapa Dymaxión, creado en la década del 40 y patentado en 1946. La novedad de este mapa es que en lugar de apoyarse en figuras cilíndricas para la representacion, utiliza un icosaedro ligeramente modificado, que se puede desplegar en multitud de formas distintas (20 proyecciones). 
Al consistir en 20 proyecciones distintas de la esfera en los 20 triángulos del icosaedro, el tamaño de las regiones se conserva mucho mejor que en la Proyección de Mercator, pero en vez de sacrificar las distancias (como hace la Proyección de Peters), estas se mantienen mucho más fieles a la realidad.
No diferencia entre norte y sur o este y oeste. El histórico sesgo cultura que sitúa a Europa en el centro y en la parte superior de todos los mapas, queda relegado a una posición mucho menos diferenciada de otras regiones de la Tierra.
De las muchas maneras de desplegar el icosaedro, ahora voy a quedarme con una que mantiene todas las masas terrestres unidas y cercanas, para explicar de forma visual cómo el hombre se expandió desde el África subsahariana a todo el mundo:


Este mapa, centrado en el Polo Norte, muestra las migraciones del ser humano desde la cuna de su existencia. Las flechas muestran cual fue el modo de la expansión, mientras que los distintos colores muestran cuantos miles de años atrás llegó el ser humano a cada una de las zonas.
Las líneas azules dentadas muestran la extensión del hielo y la tundra en el momento de la última glaciación, a modo de intentar explicar la razón por la que algunos caminos, a priori más directos y sencillos, no fueron utilizados en la expansión.
Las letras que se observan en todo el mapa identifican los halogrupos de ADN mitocondrial humano. Estos grupos trazan la ascendencia matrilineal (sólo por la vía materna) hasta los orígenes de la especie humana en África y desde allí su dispersión por todo el planeta.


Fuentes: 

"Visiones del mundo: el mapamundi, según cada cultura", Gonzalo Prieto (2014, www.geografíainfinita.com)

"",  Miguel García (2011 - www.naukas.com)


domingo, 10 de julio de 2016

Accidente de Seveso

10 de julio de 1976, Seveso, una localidad densamente poblada del norte de Italia. En la fábrica de cosméticos de la multinacional Hoffmann-La Roche se produce la rotura de una válvula.
El accidente provocó el escape de unos 2 kilogramos de 2,3,7,8-tetracloro-p-dibenzodioxina, un gas de extremada toxicidad y persistencia en el medio ambiente.
Las consecuencias inmediatas fueron daños permanentes a cientos de personas, el sacrificio de más de 75.000 animales afectados, 18 hectáreas de terrenos contaminados. Más tarde se evidenciaron otros efectos como un aumento alarmante de malformaciones en los recién nacidos.
A partir de este accidente se empezó a tomar conciencia en la Comunidad Europea de los riesgos de accidentes en las industrias químicas. Lo que se plasmó con la aprobación de la Directiva "Seveso" que pretende la prevención de los accidentes y la limitación de sus consecuencias mediante la existencia de planes de emergencia interior y exterior en las instalaciones con riesgo de accidentes mayores.
Pero, a pesar de la legislación, catástrofes como ésta han seguido produciéndose afectando al medio ambiente, a la salud de las personas, a las actividades económicas...








La normativa Seveso

Importantes carencias en la aplicación de la legislación para evitar los riesgos de graves accidentes industriales.
Antonio Ferrer Márquez, Técnico de Medio Ambiente del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS-CCOO). Revista El Ecologista nº 48.
Tras el grave accidente de Seveso (Italia) y otros similares, la Unión Europea desarrolló una normativa dirigida a prevenir los accidentes en determinados sectores industriales. La aplicación de esta reglamentación, conocida como la normativa Seveso, adolece de graves carencias e incumplimientos en el Estado español, lo que supone un importante riesgo para los trabajadores, para el medio ambiente y para las poblaciones cercanas a las industrias. Por desgracia, estos riesgos a veces han devenido en tragedias.
La fuerte presión social provocada por el desastre químico de Seveso y otros anteriores como el de Flixborough (Reino Unido) en 1974, que se cobró la vida de 28 trabajadores, unido también al coste económico que estos sucesos ocasionaron, motivaron el inicio de una actividad legislativa de la Unión Europea con el fin de prevenir los accidentes en el ejercicio de la actividad de determinadas industrias por la presencia de sustancias peligrosas, limitar sus consecuencias a la población y al medio ambiente y velar por la seguridad de los trabajadores en su lugar de trabajo. Fruto de esta actividad legislativa es la conocida como normativa Seveso, que se inició con la promulgación de la Directiva 82/501/CEE.
Una legislación al paso que marcan los desastres químicos
Las posteriores modificaciones en la normativa Seveso han venido motivadas, en gran medida, por el acontecimiento de nuevos accidentes que han exigido la configuración de un marco más amplio de actividades y sustancias afectadas y unas obligaciones más exigentes. Los trágicos sucesos de Bophal (India) y San Juan de Ixhuatepec (México) determinaron la primera modificación de la normativa [1] al ponerse de manifiesto los riesgos que plantea la proximidad de las instalaciones químicas a los núcleos y zonas residenciales. Entre otras medidas, se estableció el control de la ocupación del suelo en torno a instalaciones de este tipo.
La segunda modificación normativa fue casi una consecuencia obligada de otra serie de accidentes químicos: el vertido de cianuro que contaminó el Danubio (Baia Mare, Rumania) y el desastre ecológico de Aznalcóllar (Huelva), que pusieron de manifiesto que muchas actividades de almacenamiento y tratamiento de la minería podían tener consecuencias ecológicas muy graves; el accidente pirotécnico de Enschede (Holanda), que reveló que la producción y el almacenamiento de sustancias pirotécnicas y explosivas conlleva graves riesgos de accidentes; o la explosión en la fábrica de fertilizantes de Toulouse (Francia), que puso de relieve el peligro que suponía el almacenamiento de nitratos de amonio y abonos a base de estas sustancias.
Esta nueva modificación normativa [2] determinó, entre otros aspectos, la inclusión de nuevas actividades y sustancias en el ámbito de aplicación de la norma, y la exigencia de aportar mayor información a todas las personas que pudieran verse afectadas por un accidente, tanto trabajadores como población en general.
La normativa Seveso en España
La normativa Seveso en España viene determinada, fundamentalmente, por el Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas. Esta norma ha sido modificada recientemente por el RD 948/2005, de 29 de julio, entre otros motivos para incorporar la última modificación europea (Directiva Seveso III) y para trasponer algunas obligaciones contenidas en la Directiva Seveso II que no habían sido recogidas correctamente. Esta deficiente trasposición ocasionó un apercibimiento por escrito por parte de la Comisión Europea [3] a las autoridades españolas. A juicio de la Comisión, la legislación española no ofrecía la protección adecuada al público ni al medio ambiente. En concreto, los aspectos incumplidos se referían a los planes de emergencia, el control de la urbanización, la información pública y las inspecciones, aspectos todos ellos de especial relevancia para la prevención y el control de accidentes.
Sin entrar en detalle en el contenido [4] del RD 1254/1999, podemos diferenciar entre aquellos establecimientos afectados por el nivel inferior del RD y los afectados por el nivel superior, sometidos a unas obligaciones más exigentes. Esta diferenciación se basa, fundamentalmente, en la cantidad y peligrosidad de las sustancias presentes en el establecimiento, lo que motiva un mayor riesgo para la población y el medio ambiente en caso de accidente. Por ello, los titulares de los establecimientos del nivel superior, además de cumplir las obligaciones del nivel inferior, tienen que elaborar un informe de seguridad y contar con un plan de emergencia exterior (PEE), elaborado por las Comunidades Autónomas, y en donde se establecen las medidas de prevención y de información, así como la organización y los procedimientos de actuación y coordinación de los medios y recursos, con el objeto de prevenir y controlar las consecuencias de un accidente grave sobre la población, el medio ambiente y los bienes que pudieran verse afectados.
Tabla 1. Obligaciones del industrial
Establecimientos de nivel inferior
- Obligaciones Generales (Art. 5)
- Notificación (Art.6)
- Política de prevención de accidentes graves (Sistema de gestión de la seguridad) (Art. 7)
- Control de las modificaciones establecimiento / instalación (Art. 10)
- Plan de Emergencia Interior (Art. 11)
- Información en caso de accidente grave (Art. 14)
- Otras informaciones (Art. 6.3)
Establecimientos de nivel superior (además de los requisitos anteriores)
- Informe de Seguridad (Art. 9)
- Información Plan de Emergencia Exterior (PEE) (Art. 11)
Entre las obligaciones impuestas por el RD 1254/1999 a las autoridades competentes, fundamentalmente las CC AA, se encuentran la obligación de elaborar los PEE, suministrar información sobre los accidentes graves producidos, informar a la población sobre las medidas de seguridad y los planes elaborados, realizar simulacros de accidentes y desarrollar inspecciones periódicas en los establecimientos afectados.
Tabla 2. Obligaciones de las autoridades competentes
Establecimientos de nivel inferior
- Ordenación Territorial (Art. 12)
- Inspección y control (Art. 19)
- Efecto Dominó (Art. 8)
Establecimientos de nivel superior (además de los requisitos anteriores)
- Elaborar Plan de Emergencia Exterior (Art. 11)
- Información de Accidente Grave (Art. 15)
- Información población medidas de seguridad (Art. 13)
Dificultades para obtener información
Antes de aportar cualquier dato que permita valorar el desarrollo y cumplimiento de la normativa Seveso en España, es necesario poner de relieve la dificultad que representa conseguir información en esta materia. Entre las razones se encuentran la falta de coordinación entre la Administración Autonómica y la Central, la escasa y deficiente respuesta de los organismos competentes -tanto autonómicos como estatales-, a las solicitudes de información realizadas, la escasa información registrada en las webs oficiales, la ausencia de datos centralizados en un solo organismo a escala estatal o la deficiente actualización de los mismos.
El número total de instalaciones afectadas por la normativa Seveso en España es de 545. De ellas, 298 corresponden a instalaciones afectadas por el nivel inferior y 214 lo estarían por el nivel superior. El resto -33- no han podido ser determinadas, por la falta de información al respecto.
Tabla 3. Instalaciones afectadas por la normativa Seveso en España
INSTALACIONES AFECTADAS POR RD 1254/1999
Comunidad AutónomaArt. 6 y 7 (nivel inferior)Art. 9 (nivel superior)Sin determinarTOTAL
Andalucía1932455
Aragón*1414331
Asturias*98017
Baleares1405
Canarias*0707
Cantabria*0808
Castilla-La ManchaSDSD2424
Castilla y León*425047
Catalunya*77660143
Extremadura150015
Galicia199028
La Rioja*2000
Madrid*458053
Murcia1413027
NavarraSDSDSDSD
Euskadi*1925044
País Valencià2215037
CeutaSDSDSDSD
MelillaSDSD22
Total29821433545
Fuente: elaboración propia a partir de los datos aportados por la Dirección General de Protección Civil (año 2001) y las CC AA (en aquellas marcadas con *, año 2004). SD: Sin datos.
Las principales actividades afectadas por esta normativa son el almacenamiento y distribución de gases e hidrocarburos (37%), la producción, manipulación y almacenamiento de productos químicos (22%) y la fabricación y almacenamiento de abonos, productos fitosanitarios, plaguicidas y similares (15%).
Tabla 4: Actividades afectadas por la normativa Seveso
Almacenamiento/distribución de gases, hidrocarburos y derivados192
Producción/manipulación/almacena-miento de productos químicos115
Fabricación/almacenamiento de abonos, fitosanitarios y similares38
Refinería y petroquímica20
Tratamiento y depuración de aguas25
Fabricación de metales y aleaciones15
Fabricación de plásticos, resinas y fibras36
Producción de azúcar12
Fabricación de vidrio6
Fabricación de cloro y derivados9
Fabricación de papel5
Otros46
Fuente: elaboración propia a partir de los datos aportados por la Dirección General de Protección Civil y las CC AA.
Accidentes
Del periodo comprendido entre 1987-2004 se tiene información de 26 accidentes industriales con emisión de sustancias químicas peligrosas en el desarrollo de actividades afectadas por la normativa Seveso [5]. De éstos, 19 fueron clasificados como accidentes graves y, por lo tanto, notificados a la Comisión Europea. Hubo 18 víctimas mortales.
El más grave de ellos tuvo lugar el 14 de agosto de 2003, en la Refinería Repsol de Puertollano, donde 9 trabajadores perdieron la vida. Junto a estas muertes, los accidentes reseñados ocasionaron la intoxicación de más de un centenar de personas y momentos de gran alarma social, motivada en muchos casos por la falta de información suministrada por las autoridades competentes. En el caso del accidente de Puertollano, a pesar de su gravedad y aparatosidad [6] las autoridades no llegaron a activar el Plan de Emergencia Exterior, en una interpretación muy subjetiva de la ley y difícilmente justificable.
Respecto a la distribución geográfica de los accidentes, el mayor número se produjo en Catalunya -9-, seguida de País Vasco -4- y Andalucía -3-, coincidiendo con las zonas de mayor implantación de industrias y con el mayor tamaño de las mismas. La mayoría de los accidentes documentados tuvieron lugar en industrias de la petroquímica y refino y en industrias de fabricación de productos químicos. El tipo de accidente más frecuente fue el incendio y la explosión -10-. Los productos implicados con mayor frecuencia fueron los productos hidrocarbonados -10- y los productos químicos -11-, fundamentalmente el cloro y sus derivados.
Cumplimiento de la normativa Seveso
Como se ha mencionado, la normativa española ha incumplido durante varios años las disposiciones contenidas en la normativa comunitaria, lo que ocasionó la amenaza de sanción por parte de la Comisión Europea y, lo que es más importante, la configuración de un marco de protección frente a los riesgos de accidentes en las instalaciones afectadas claramente insuficiente respecto a la protección de la ciudadanía y del medio ambiente.
Además, la falta de información y de coordinación entre los organismos competentes sobre los diferentes aspectos de la normativa Seveso cobra, en el apartado del cumplimiento normativo, especial relevancia.
Es necesario comentar también el número de planes de emergencia exterior homologados. La elaboración de los PEE corresponde, en la gran mayoría de los casos, a las CC AA. Sin embargo, su homologación definitiva corresponde a la Administración Central, concretamente a la Comisión Nacional de Protección Civil. La homologación de un PEE supone el visado definitivo para su correcta implantación en el territorio afectado. Pues bien, de los 214 establecimientos del nivel superior que deben de tener homologado su PEE, sólo 177 han sido homologados [7].
La falta de coordinación y cooperación entre Administraciones competentes se pone de relieve en esta materia, donde las CC AA, una vez aprobados los PEE, no los trasladan a la Administración Central para proceder a su homologación definitiva.
La información a la población tiene una gran importancia en la normativa Seveso. En el artículo 13 de la Directiva 96/82/CE se establece: “Los Estados miembros velarán porque las personas que puedan verse afectadas por un accidente grave que se inicie en un establecimiento contemplado en el artículo 9 [nivel superior] reciban de oficio la información sobre las medidas de seguridad que deben tomarse y sobre el comportamiento que debe adoptarse en caso de accidente”.
Sin embargo, a tenor del Informe de la Comisión Europea sobre la aplicación en los Estados miembros de esta Directiva entre 2000 y 2002 [8], en el Estado español sólo se proporcionó información al público respecto del 18% de los establecimientos afectados, representando uno de los niveles más bajos de la Unión Europea, donde la media era del 63,8%.
En lo que respecta a las inspecciones que se tienen que realizar en los establecimientos del nivel superior [9], según este informe, sólo se llevaron a cabo en el 36% de los establecimientos afectados, porcentaje que sólo era menor en el caso de Italia [10].
Sólo cabe concluir que el grado de cumplimiento de las disposiciones emanadas de la normativa Seveso en España presenta serias deficiencias e incumplimientos que suponen, de por sí, un grave peligro para la protección de los trabajadores, la ciudadanía en general y el medio ambiente frente a los riesgos ocasionados por los accidentes graves en los que estén presentes sustancias peligrosas.

martes, 3 de mayo de 2016

La deforestación para cultivar soja causa las inundaciones en Sudamérica

La tala de árboles para cultivar soja en los últimos años ha facilitado los anegamientos